La vacunación antivariólica

La vacuna contra la viruela, descubierta por Edward Jenner (1798), fue la primera vacuna desarrollada por el hombre. Introducida en España en 1800, su difusión mundial fue llevada a cabo por la “Real Expedición Filantrópica de la Vacuna”, financiada por la corona española y dirigida por el médico alicantino Francisco Javier Balmis, que dio la vuelta al mundo entre 1803 y 1806.

La viruela fue una enfermedad infecciosa grave, contagiosa, causada por el Variola virus, que en algunos casos podía causar la muerte. No hubo nunca tratamiento especial para la viruela y las únicas formas de prevención eran la inoculación o la vacunación. El nombre viruela proviene del latín variŭs (variado, variopinto), y se refiere a los abultamientos que aparecen en la cara y en el cuerpo de una persona infectada. Según la OMS, la viruela, junto con la peste bovina, son las únicas enfermedades que han sido totalmente erradicadas de la naturaleza por el ser humano.

Durante siglos cada país realizaba sus propias campañas de vacunación hasta que en 1958, Víktor Zhdánov, el Viceministro de Salud de la Unión Soviética, propuso a la Asamblea Mundial de la Salud una iniciativa global conjunta para erradicar la viruela. La propuesta fue aprobada en 1959 bajo el nombre de "resolución WHA11.54".
La erradicación de la enfermedad, que en esa época afectaba a casi dos millones de personas cada año, se transformó en el principal objetivo de la OMS.
En la década de 1950 la Organización Panamericana de la Salud logró por primera vez erradicarla de todo el continente americano. En 1967, bajo el liderazgo de Karel Raška, se inició una poderosa campaña de vacunación, llegándose a combatir 15 millones de casos en 31 países. La versión Variola major fue detectada por última vez en octubre de 1975 en Bangladesh en la niña de dos años Rahima Banu. El 26 de octubre de 1977, se divulgó el último caso de viruela (versión Variola minor) contraída de manera natural, en la localidad de Merca, Somalia en un hombre de 23 años.
Luego de eso, lamentablemente en 1978, un accidente por mala manipulación del virus en un laboratorio de Gran Bretaña, la fotógrafa médica Janet Parker contrae el virus y fallece el 11 de septiembre de dicho año, significando la última muerte humana registrada por este virus en el mundo.
Oficialmente sólo se guardaron dos muestras del virus, estas fueron puestas en estado criogénico en los dos laboratorios más tecnológicamente avanzados del mundo, una en los Estados Unidos y la otra en la Unión Soviética.
El 8 de mayo de 1980, la XXXIII Asamblea de la OMS aceptó el "Informe final de la Comisión Global para la certificación de la erradicación de la viruela". Esto provocó que el gobierno británico destruyera su muestra y confiara la defensa sanitaria de su pueblo a Estados Unidos de América.
Actualmente el debate es si destruir o no las últimas cepas del virus.