Las autoridades sanitarias de las Américas aprobaron,
 este 20 de septiembre, una estrategia para la prevención y el control 
de las enfermedades no transmisibles, que tiene por meta reducir en un 
25% la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares, cáncer, 
diabetes y enfermedades respiratorias crónicas para 2025.
Se
 estima que de alcanzar esta meta, fijada por la Asamblea Mundial de la 
Salud este año, se salvará la vida de unos tres millones de personas en 
las Américas.
La
 resolución, adoptada durante la 28ª Conferencia Sanitaria Panamericana,
 llega exactamente un año después de la Reunión de Alto Nivel de 
Naciones Unidas sobre Enfermedades No Transmisibles, donde los Jefes de 
Estado de todo el mundo se comprometieron a combatir estas enfermedades,
 a las que calificador de ser “uno de los mayores desafíos para el 
desarrollo del siglo XXI”.